Primera Excursion LISTA

Escribe: Caminante Pensador La primera excursión de los Pieles rojas comenzó con la concentración en el local de Lima-1. En este lugar, se vieron las caras cada uno de los excursionistas. Con una invitada, dos guías y dos Pieles Rojas, se alistaron para conquistar el poblado de Nieve Nieve, a pesar del terreno árido de dos horas, y de las dificultades que los dioses le presentarían en su formación.

Partieron en un taxi hacía Chosica, de donde les esperaban más de 20 Km. de camino en adelante. Con una pañoleta en la cabeza, un poco de agua, unas buenas botas y mucha voluntad, comenzaron la caminata con la mirada puesta en el horizonte.

La primera parada fue en un río que nos invitaba a refrescarnos en sus aguas aún cristalinas. Todos los caminantes, al menos, se refrescaron los pies cansados en las frías corrientes. Uno que otros si hicieron renombre de la impermeabilidad de la piel humana, con un buen baño.

El recorrido nos mostró un batallón de caballeros en jinetes metálicos. Así mismo, de una flora y fauna espontánea que se asomaba desde el barranco al lado de la carretera.

Llegando a las puertas de Nieve Nieve, la población nos abrió sus brazos con cálidas muestras de atención y orientación. Seguidamente, nuestra mirada divisó una zona verdosa cubriendo un tranquilo río, que se convirtió en nuestro lugar de descanso. En esta zona, como niños, comenzamos a jugar y divertirnos con la naturaleza, nuestra amiga.

Como plato de fondo, nos aventuramos a descubrir las ruinas del poblado. Ruinas arqueológicas que no han sido aún registradas, y en las cuáles puedes apreciar el legado cultural que nos han dejado nuestros antepasados, así como la falta de respeto que hay hacía nuestro pasado.

El entorno era impresionante así como escalofriante, por los huesos que se podían encontrar recogidos por los antiguos habitantes de este poblado ahora fantasma.

Enriquecidos y revitalizados por las energías cósmicas y un buen almuerzo, regresamos a Lima con una nueva perspectiva de nuestro Perú, y con muchas ganas de seguir descubriendo las maravillas que el mundo nos presenta, y que nos conduce el escultismo.