II Raid de Aventura: Laguna de Rapagna

En una mañana helada un grupo de jóvenes se preparaban para lo que seria, tal vez, una de las experiencias mas fuertes que podrían alguna vez experimentar; pues, cansados de la contaminación y del ruido de la ciudad, deciden partir hacia un lugar alejado lleno de vegetación, donde el aire que uno respira es puro y el sonido que mas se escucha es el de la naturaleza.

Es así como los jóvenes partieron con dirección a la laguna de “Rapagna”. Partieron hacia Cieneguilla y luego pasar por San Mateo, y así llegar a Río Blanco, el lugar donde iniciaría su travesía. Luego de recibir algunas indicaciones llegó el momento en el cual deberían realizar un rito de crecimiento; el cual, estaba basado en subir la montaña cono un niño y volver como un adulto. Al iniciar el ascenso, con la moral alta y con ganas de avanzar, los jóvenes se fueron dando cuenta que no seria fácil; pero, al ver los bellos paisajes la moral fue subiendo. Con la moral alta después de un largo ascenso llegan a unos corrales de pastor donde deciden realizar sus refugios; hambrientos por la travesía deciden tomar algo, pues en una zona tan alta se volvió muy difícil hacer un fuego. Una vez caída la noche, los valientes jóvenes deciden dormir para recuperar fuerzas y al día siguiente llegar a su meta.

Tras una noche helada los jóvenes se levantan y deciden alistar las cosas pues tenían que prepararse para un último ascenso. Con los primero rayos del sol en sus rostros deciden iniciar. Tras una hora de esfuerzo sobrenatural llegan y se maravillan con las bellezas que aun permanecen alejadas de los peligros del hombre. Con la moral totalmente renovada bajan para tomar fuerzas e iniciar el retorno.

Luego de una bajada rápida, con los rostros cansados, era hora ya de volver a ese ambiente helado y lleno de zozobra como lo era y es la ciudad de Lima.