Escribe: Caminante Pensador
Día 1
Partimos seis de la mañana. Nuestra primera parada fue en el mercado para comprar nuestras provisiones. Luego de varias sopas instantáneas y unos cuántos soles, seguimos nuestro camino hasta llegar a Cieneguilla. Allí, descansamos un poco, luego de ir en la carretera por curvas a unos 50 Km. /h.
Llegamos a un río, donde comenzó nuestra ceremonia. Fuimos embarrados con lodo, el cuál es difícil de quitar. Solamente sale con el sudor humano. No podíamos regresar hasta que se halla borrado completamente.
Cruzamos el río con las bicicletas al hombro. Seguimos por terrenos agrestes, subidas y agua; por fin, luego de 10 horas encontramos un lugar donde acampar. Hicimos nuestros refugios con madera y bambú. Cocinamos en un fogón lo que compramos y tuvimos que hacer guardia durante la noche.
Partimos seis de la mañana. Nuestra primera parada fue en el mercado para comprar nuestras provisiones. Luego de varias sopas instantáneas y unos cuántos soles, seguimos nuestro camino hasta llegar a Cieneguilla. Allí, descansamos un poco, luego de ir en la carretera por curvas a unos 50 Km. /h.
Llegamos a un río, donde comenzó nuestra ceremonia. Fuimos embarrados con lodo, el cuál es difícil de quitar. Solamente sale con el sudor humano. No podíamos regresar hasta que se halla borrado completamente.
Cruzamos el río con las bicicletas al hombro. Seguimos por terrenos agrestes, subidas y agua; por fin, luego de 10 horas encontramos un lugar donde acampar. Hicimos nuestros refugios con madera y bambú. Cocinamos en un fogón lo que compramos y tuvimos que hacer guardia durante la noche.
Día 2
Nos despertamos a las 4 de la mañana. Recogimos todo y, sin dejar huella, partimos a Nieve Nieve.
En mitad del camino, paramos para desayunar. Tomamos un delicioso quaker y la vida nos mandó una señora con tamales a dos soles.
Por fin, luego de un largo camino, llegamos al poblado de Nieve Nieve. Ahí, conocimos al médico del pueblo, rescatista y scout. Al lado de la plaza, preparándonos para la ceremonia de aspirante a Caminante de David Camacho.
Regresamos a Lima después de 140 kilómetros a bicicleta. La moral alta, el cuerpo desgastado y una nueva aventura que narrar.
Nos despertamos a las 4 de la mañana. Recogimos todo y, sin dejar huella, partimos a Nieve Nieve.
En mitad del camino, paramos para desayunar. Tomamos un delicioso quaker y la vida nos mandó una señora con tamales a dos soles.
Por fin, luego de un largo camino, llegamos al poblado de Nieve Nieve. Ahí, conocimos al médico del pueblo, rescatista y scout. Al lado de la plaza, preparándonos para la ceremonia de aspirante a Caminante de David Camacho.
Regresamos a Lima después de 140 kilómetros a bicicleta. La moral alta, el cuerpo desgastado y una nueva aventura que narrar.
1 comentarios:
el video!!!!!!!!!!! xD
Publicar un comentario